Que es el niño interior, cómo me habla, como funciona…
Nuestra mente se forma de los 0 a los 6 años y a partir de ese momento es cuando aprendemos a procesar lo que pensamos y lo que sentimos, aprendemos hábitos, conductas, comportamientos, afectos y sentimientos, todo esto de una manera inconsciente. Ya bien, en la edad adulta si no somos conscientes de estas memorias que nos marcó en la infancia no lograremos entender que estamos viviendo desde esa historia, desde ese lugar de carencias, de vacíos o de miedos o por el contrario de excesos de cuidados y sobreprotección. Dichas experiencias dejan una herida que puede repercutir en nuestra salud afectiva cuando llegamos a la edad adulta.
Ya en tu edad adulta no es responsabilidad que tus padres se hagan cargo de lo anterior, es hora que tú te responsabilices, te veas de una manera más maternal y te hagas cargo de tu niño interior. Debes tener en cuenta que esto no tiene nada que ver con tus papas, que ellos hicieron y dieron lo mejor que pudieron y que es ahora tu compromiso poner atención a tu niño interior, a tus necesidades, vacíos, inseguridades y tus miedos y que debes regalarte, hablarte y cumplirte aquello que de niña o niño no te supieron o no te pudieron dar.
El no hacerte cargo de tu niño interior afecta en tu presente todas las áreas de tu vida, en la forma que socializas, en tu bienestar, creatividad, seguridad, confianza, en tu trabajo, en las relaciones interpersonales e incluso en la relación que tienes contigo mismo y con tu propio cuerpo. No querer mirar atrás, no querer confrontar esa infancia es probablemente permitir que ese niño herido sea el que esté dirigiendo el timón de tu vida.
Ahora para poder cuidar de ese niño interior lo primero es identificar tu herida primaria, teniendo como base estas 5 heridas que las describe Lise Bourbeau:
Según Lise Bourbeau (2000) esas heridas se producen en las relaciones con la madre, el padre, el entorno familiar y social. Cada ser humano puede poseer y manifestar dentro de su energía vital esas cinco heridas, en muchas ocasiones varias de ellas muy presentes y las otras más sutilmente visibles.
Ahora, ¿Cómo reconstruir mi niño interior a partir de estas heridas que se vinculan con lo que soy ahora?, ¿Cuál es el camino a seguir?, ¿Qué hacer?, Nada llegará por sí solo, todo debe ser trabajado y reconstruido desde la resignificación, el perdón, la compasión, el reconocimiento y la aceptación de tu propia historia, esto lo lograrás de una manera muy especial llamada Rematernar, es decir, ser la mejor versión de padre o madre de ti mismo, de ese niño interior. ¿Cómo lograrlo?, existen muchos métodos, a continuación, te mencionamos algunos de ellos según Margiela Zamudio especialista en sanación y rematernalización:
¿Ahora qué quieres hacer tu?, Evadir o resignificar esa herida de la infancia?
Bibliografía
LAS CINCO HERIDAS DE LA INFANCIA sobre texto/ LISE BOURBEAU/2000/PÁG 1